Los archivos municipales no tienen término medio: o se encuentran en los sótanos de sus ayuntamientos, como los de Alcalá de Guadaíra y Dos Hermanas (Sevilla), o en sus últimas plantas, como los de Cabezón de la Sal (Cantabria) o Llanes (Asturias). Algunos incluso, como el de Chipiona, ocupan un garaje. Pero el Archivo Municipal de Vegadeo, en aquella última y abuhardillada planta del Ayuntamiento, tiene su encanto.
Esquivar las vigas y traviesas del tejado de las Casas Consistoriales para servirse uno mismo los libros y legajos que quiera consultar, en aquel mismo espacio, hace inolvidable cualquier investigación en Vegadeo, capital del concejo del mismo nombre, en los confines occidentales de Asturias y en la margen derecha del río Eo.
Entre los fondos del Antiguo Régimen, se conservan interesantes series de reales órdenes, cédulas y decretos desde el siglo XVI; autos de residencia, para el siglo XVIII; cuadernos registros de pasaportes, desde 1823 y con cierta continuidad mediado el siglo; expedientes judiciales, tanto civiles (desde 1624) como criminales (desde 1718) que, en cualquier otro archivo carente de documentación genealógica, nos vendrían muy bien como también, incluso, los libros registro de las antiguas contadurías de hipotecas, antepasado directo de los actuales Registros de la Propiedad.
En cuanto a fondos para la investigación genealógica, este Archivo se encuentra bien despachado: desde padrones de todo el concejo que cubren desde el siglo XVI hasta alcanzar una periodicidad anual a partir de los años 40 del siglo XIX (cajas 865 a 895 y 119 en adelante) a una serie de libros que, inventariados como “padrones de hijosdalgo” o “filiaciones”, incluyen una serie de probanzas que acreditaban la hidalguía de determinados vecinos y, buena parte de ella, de reconocimiento de hijos naturales. También hay documentación de quintas, desde 1672 (cajas 141 y siguientes) y listas de mozos, desde 1792 (caja 200 y siguientes), a los que se suman un par de cajas (897-898) con padrones de moneda forera, entre 1661 y 1790, que nos ofrecen una radiografía, cada siete años, de la composición de las familias que habitaban el concejo.
Las investigaciones que se centren en los siglos XIX y XX también están de enhorabuena. A los ya citados padrones del concejo se suman los fondos del conocido como pre-Registro Civil (1840-1870) así como censos electorales, desde 1844; expedientes de elecciones, expedientes personales, disciplinarios, de ayuda de familiar, de depurados, de prófugos, de orfandad y viudedad, de concursos de plazas, y un largo etcétera.
Para finalizar, otros fondos de sumo interés que conserva este archivo municipal son el archivo privado de la familia Villamil, compuesto básicamente por correspondencia, y el del Puerto de Vega de Ribadeo.