Al entrar en aquella crujía del Hospital de Santiago nos llamó la atención una cosa: el archivero nos recibió embozado en un plumífero y un gran calefactor destacaba, por encima de todo, en el pequeño habitáculo del que había salido. Poco después, pudimos comprobar en nuestras propias carnes que estábamos en el archivo más frío de España: el Archivo Municipal de Úbeda.
El archivero, con el que habíamos concertado la cita previamente, nos atendió muy amablemente y nos invitó a sentarnos junto a una de las ventanas de aquella inmensa sala, para aprovechar la luz natural de aquella gélida mañana, creo recordar, de enero.
Al cabo de una hora, tuvimos que levantarnos para estirar las piernas y entrar en calor. Salimos del Hospital, fuimos a tomar un café y preguntamos por alguna tienda de electrodomésticos. Mi amigo estaba decidido a comprar una estufa para resistir toda la mañana. No hubo suerte, volvimos al Archivo e hicimos lo que pudimos.
Durante aquella mañana, consultamos actas capitulares, padrones y protocolos notariales. Teníamos bastantes referencias. Por aquel entonces (hace ya diez años de aquella investigación), existía una base de datos en internet sobre la documentación municipal, no recuerdo si del propio archivo o de la Asociación Cultural Ubetense Alfredo Cazabán Laguna, cuya página web os recomiendo para encontrar bibliografía y fuentes sobre Úbeda. Si ese enlace se mantiene a día de hoy, soy incapaz de encontrarlo.
En cualquier caso, os recomiendo que consultéis el cuadro de clasificación de este archivo en el Censo-Guía de Archivos del Ministerio de Cultura para que os familiaricéis con sus fondos.
La serie de padrones comienza en el último cuarto del siglo XVI y hay de todo. Nosotros estuvimos consultando repartimientos de mesadas (1677), padrones de moneda forera (como el de 1722 y en los que, como sabéis, se hace constar la distinción de estados), vecindarios generales (1725) y repartimientos del servicio ordinario (1747 ó 1751).
Los protocolos notariales arrancan a mediados del siglo XV y, como cualquier otra investigación que precise consultar este tipo de fondo, hay que armarse de paciencia ya que estamos hablando de una serie de más de 2000 legajos.
Y termino con las actas capitulares, que arrancan el 31 de octubre 1461 y que se encuentran digitalizadas en este enlace. Aunque el sistema de navegación no es de los mejores que he visto, lo importante es que están digitalizadas y puestas a disposición de los investigadores porque me temo que, para consultar el resto de fondos de este riquísimo archivo con documentación desde el siglo XIII, hay que acudir personalmente al mismo.