Por esas casualidades del destino, hay lugares a los que, sin haber estado nunca en ellos físicamente, he vuelto a lo largo de los años. Y uno de ellos es Rasueros, en Ávila.
Creo que aquel viaje para consultar el Archivo Histórico Provincial de Ávila fue uno de los primeros viajes de trabajo que hice como genealogista profesional. En aquellos años, la web de FamilySearch no era el gran archivo de archivos en el que se ha convertido hoy día por lo que había que solicitar los microfilmes y consultarlos en sus Centros de Historia Familiar; hoy, el archivo parroquial de Rasueros, como los del resto de la diócesis de Ávila, se encuentra digitalizado y disponible para su consulta en FamilySearch.
Trabajé para un cliente que descendía de un “sujeto destinado para el Vizcondado de Marinas y Olleron, en el Reyno de Francia, por Su Magestad, que Dios guarde, y estante al presente [1766] en este Lugar [Rasueros]” y, con los años, he vuelto a cruzarme con este pequeño pueblo abulense trabajando la genealogía de otros clientes.
En aquella ocasión consulté en el Archivo Histórico Provincial de Ávila, además del Catastro de Ensenada (también digitalizado en FamilySearch), los protocolos notariales de esta población de La Moraña. Concretamente, revisé todo el siglo XVIII: los protocolos de los Bara (Francisco Bara Velázquez y Joaquín Bara Martín) cubren el primer tercio del siglo; las escrituras otorgadas ante Alonso González López cubren las décadas centrales del siglo; y los protocolos de los Guerra (Manuel y Alejo), de 1766 a 1800. Si sumamos un legajo de varios escribanos que actuaron en el pueblo y algún otro del cercano Cabezas del Pozo, consulté una docena de legajos.
Para aquellos lectores que no estén familiarizados con la investigación en protocolos notariales debo decir que, además de disposiciones testamentarias (testamentos, codicilos, poderes para testar, inventarios y particiones de bienes…), que son los documentos que mayor interés tienen para la investigación genealógica, también pueden aportar información las escrituras de dote y arras, los poderes generales y especiales, las escrituras de compraventa y arrendamientos, las obligaciones, cartas de pago y fianzas… entre otros tipos de escrituras notariales.
Y cierro esta entrada con lo que os decía al principio: años después he vuelto a Rasueros porque, este mundo, el de la genealogía, en el fondo, es muy pequeño, y no sólo he trabajado la genealogía de otros clientes con antepasados en Rasueros, sino que también he recibido peticiones de otros colegas pidiendo presupuesto para ¡continuar trabajando la genealogía del mismo cliente!