Por pura casualidad y con pocos días de diferencia han llegado a mis manos estas tres obras que me acompañarán durante este verano. Son tres obras en las que la genealogía, la historia familiar, la historia oral y la investigación histórica juegan un papel fundamental pero son también tres libros sobre la Historia, con mayúsculas, del siglo XX.
Los falsificadores de pimienta. Una historia familiar, de Monika Sznajderman, es el libro de publicación más reciente, editado por Acantilado hace menos de un mes, y en el que se aborda la historia tanto de la familia judía de la autora, los Sznajderman, su familia paterna, como la de su familia polaca, los Lachert, su familia materna, constituyendo el hasta entonces poco conocido pasado de su padre durante la ocupación nazi de Polonia el hilo conductor de la obra. Dividida en capítulos de desigual extensión, es un relato escrito en primera persona que nace de los silencios de su padre, al que se dirige en más de una ocasión: «Soy tu memoria, padre, lo quieras o no. Pero ésta es también mi memoria, y la historia que he reconstruido empieza cien años antes de mi nacimiento, en 1859 (…).» Y así, reconstruye la genealogía de su familia y la retrata utilizando las fotografías de su archivo familiar, pero va más allá de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, ofreciéndonos vívidas pinceladas sobre la Polonia del periodo de entreguerras, sobre la abolición de la servidumbre en la Volinia incorporada al imperio ruso en el siglo XIX o sobre la Primera Guerra Mundial y la revolución rusa de 1917, entre otros episodios de la historia del mundo contemporáneo.
De las fronteras orientales de la actual Polonia saltamos a la frontera occidental de Alemania con Francia, a Mannheim, en Baden-Wurtemberg, cuna de los Schawrz, la familia alemana sobre la que gira la historia de Los amnésicos. Historia de una familia europea, y de los que su autora, Géraldine Schawrz, desciende. Como Sznajderman, Schawrz comparte con sus lectores el descubrimiento que ha hecho sobre su abuelo paterno y su relación con el nazismo y, a partir del mismo, cuenta su historia familiar, pero con un estilo muy alejado al de Sznajderman, al mismo tiempo que la contextualiza en cada momento histórico, extendiendo su arco cronológico hasta la reunificación de Alemania tras la caída del Muro y llevando sus reflexiones a las primeras décadas del siglo XXI. Podéis leer esta entrevista a la autora de este libro así como la reseña firmada por Daniel Martínez Lamas en la revista Historia y Política sobre esta obra publicada en 2017 y editada en español por Tusquets en 2019.
Por último, la historiadora Sarah Abrevaya Stein firma un libro, como las anteriores, sobre su propia familia, los Levy, de origen sefardí, bajo el título Papeles de familia. Un viaje sefardí a través del siglo XX, editado por Galaxia Gutenberg en marzo del presente año. En este caso, la autora utiliza, entre otras fuentes, las miles de cartas que la familia Levy atesora en nueve países de tres continentes, y recurre a las fotografías, como Sznajderman, para contextualizar determinados episodios de las biografías de sus antepasados directos y parientes colaterales, a quienes nos presenta en pequeños capítulos y por generaciones, avanzando así en el tiempo y el espacio, desde su bisabuelo Sa’adi Levy, miembro de la comunidad sefardí de la ciudad otomana de Salónica (actual Tesalónica, Grecia) durante el siglo XIX, hasta el más oscuro capítulo de la historia de los Levy (ojo: spoiler en el enlace proporcionado arriba), omitido en la correspondencia citada pero que «un historiador no está obligado a perpetuar ni a ocultar los secretos de sus sujetos«, pasando por todos aquellos que fueron saliendo de la Salónica, ora otomana ora griega, durante las décadas finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. No en vano, como afirma la autora, es “es esta una historia judía, una historia otomana, una historia europea, una historia mediterránea, una historia de la diáspora, una historia de cómo hombres, mujeres y niños vivieron las guerras, el genocidio y la migración, el derrumbamiento de antiguos regímenes y el ascenso de nuevas naciones”.
Las tres autoras realizan el mismo ejercicio y, parafraseando a Schawrz, cogen el hilo de la memoria, sus historias familiares, y lo cruzan con otro hilo, el de la Historia, para “tejer los dos hilos juntos, dar amplitud al relato familiar sometiéndolo al juicio de la Historia (…) [y] ofrecer a cambio un alma a la ciencia, la carne y la sangre de una memoria familiar, la impresión de la condición humana”.
Espero que os resulten interesantes y, como a mí, os sirvan de inspiración para darle forma a vuestras historias familiares, usando la correspondencia familiar, vuestras colecciones fotográficas o cualquier otro tipo de documentación procedente de archivos públicos y privados y que, como genealogistas, hayáis utilizado durante años. Y si conocéis alguna otra obra similar, os invito a que la recomendéis en los comentarios a esta entrada.