Tal día como hoy, hace 266 años, otorgó su testamento en Villanueva de la Serena, Claudio Rodríguez, vecino del lugar de Torre de Babia, León.
Claudio Rodríguez no es el primer babiano al que me cruzo en mis andanzas por los archivos españoles. De hecho, ya os he hablado del bígamo Isidro Álvarez, del fallecido en Villallana y de otro más.
Claudio Rodríguez, vecino del lugar de Torre de Babia, obispado de Oviedo, soltero, hijo legítimo de Claudio Rodríguez y Teresa Álvarez, ambos fallecidos antes de 1756.
Estando enfermo, pero en su “libre y buen juicio, memoria y entendimiento natural”.
Iglesia Parroquial de Nuestra Señora Santa María de la Asunción de Villanueva de la Serena.
Entierro de una capa con las lecciones correspondientes y la limosna acostumbrada.
Misa cantada con díáconos y ofrendada como es costumbre.
Mandas forzosas de Jerusalén, lo acostumbrado.
A los santos y santas de su devoción, seis misas rezadas, limosna de 2 reales.
Por su ánima y limosna acostumbrada de 2 reales, 20 misas rezadas: cuarta parte a disposición de la colecturía de Villanueva; las otras 3 cuartas partes a disposición de sus testamentarios.
Estuvo casado y velado con Luisa Álvarez, de cuyo matrimonio no tuvo hijos, y los bienes de su mujer los entregó a sus padres, a quienes no debía cosa alguna.
Tenía dos fanegas de tierras en Torre de Babia y con la cabaña del Paular, doce cabras, seis ovejas merinas y una yegua de cinco preñada.
Albaceas: Pedro Jato de Otero, mayoral de la cabaña del Paular, y Alonso Fernández, rabadán. Que entren en sus bienes y los vendan y rematen en pública almoneda y con su valor cumplan su testamento.
Heredera: Ignacia Bernarda, su hermana.
Villanueva de la Serena, 24 de marzo de 1756.
Testigos: Francisco Donaire de Mendoza, Benito Fernández Rayego y Juan Díaz, vecinos de Villanueva de la Serena.
Ante Diego Blázquez Rebollo.