«Hoy tengo ganas de ti«. Cualquier lector pensará que esto es lo que se dice este genealogista desnortado para motivarse y, de paso, elevar su autoestima cada vez que va a entrar en un archivo parroquial. Pero no.
Al principio pensé que sólo era una prueba de sonido antes de la boda que, por los exornos florales del exterior, pude comprobar se avecinaba en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Bonares (Huelva). Pero no. Cuando la cantante confirmó el repertorio con el párroco me quedó claro que era la canción que los novios habían escogido para la entrada de ella. A los sones de la misma, su entrada solo puede describirse como una verdadera entrada triunfal. Pero fue una auténtica lástima. No pude verla porque me encontraba ya en la sacristía investigando en su archivo parroquial.
El primer libro de bautismos se remonta a 1536, aunque yo solo trabajé con el libro que abarca el último cuarto del siglo XVII y los cinco que cubren todo el siglo XVIII, casi todos, con índice. Si que tuve ocasión de trabajar con el primer libro de matrimonios, que empieza en 1573, y los restantes, hasta llegar al último cuarto del siglo XVIII. La serie de difuntos, como suele suceder, es más tardía y comienza en 1666, en la que apenas encontré información relevante para mi investigación.
Una vez levantada toda la genealogía y habiendo documentado que el personaje objeto de estudio, así como todas las personas del mismo apellido en Bonares, descendía de la misma persona que, desde la cercana Lucena del Puerto, había llegado en el último cuarto del siglo XVII, tocaba buscar otra fuente para conocer la posición socio-económica de la familia. Esa fuente fueron los protocolos notariales de Bonares, conservados en el Archivo Histórico Municipal de Moguer, del que hablaré en una próxima entrada.