Archivos, 307: Archivo General del Arzobispado de Sevilla

Esta entrada debería llamarse “Veintitantos consejos para buscar expedientes matrimoniales y optimizar tu tiempo en el Archivo General del Arzobispado de Sevilla” pero he preferido abreviar el título para no aburriros y extenderme con todo lo demás que, espero, os sirva.

1. El archivo cuenta con una base de datos que, más tarde o más temprano, estará disponible en Internet (¡como os anuncié hace cinco años! pero ya sabéis que las cosas de Palacio van despacio) y en la que se están indexando legajos de ambas series de los que no existen índices. Consúltala antes de empezar, sobre todo si no buscas a un Fernández, un García o un López.

2. Los expedientes matrimoniales conservados en este archivo se organizan en dos grandes series dentro de la Sección Vicaría: los expedientes apostólicos (con dispensa de consanguinidad o afinidad) y los expedientes ordinarios (sin necesidad de dispensa, pero entre los que sí se incluyen los matrimonios secretos o con dispensa de amonestaciones). Salvo que tengas la partida de matrimonio, no podemos dar por hecho uno de los dos supuestos por lo que, por regla general, consulta siempre las dos series.

3. Los expedientes apostólicos de la ciudad de Sevilla cuentan, además de un índice manuscrito, con un índice en un fichero manual. Como es el único índice ordenado por apellidos de este archivo, consúltalo antes de empezar.

4. Los expedientes apostólicos del resto de poblaciones de la diócesis cuentan con índices manuscritos, cronológicos para cada población pero que solo llegan, por regla general, a la década de 1860. Si estás buscando en una localidad concreta, merece la pena revisarlos antes de continuar con los ordinarios. Quizá tengas suerte y aparezca a la primera.

5. Los expedientes apostólicos de las poblaciones de las actuales diócesis de Huelva y Jerez de la Frontera que otrora pertenecieron a la diócesis de Sevilla fueron transferidos hace años a sus respectivos archivos diocesanos. En principio, porque siempre hay gratas sorpresas, tendrás que buscarlos en los archivos diocesanos de Huelva y Jerez y no en Sevilla.

6. A diferencia de los expedientes apostólicos, los expedientes ordinarios de las poblaciones de las actuales diócesis de Huelva y Jerez de la Frontera sí que se conservan en este archivo sevillano. Por tanto, tendrás que buscarlos en Sevilla.

7. En cuanto a la serie de expedientes ordinarios, existen índices manuscritos ordenados alfabética (por la letra inicial del nombre de pila del varón), cronológica (dependiendo de cada letra, irá desde el siglo XVI o XVII hasta la primera mitad del siglo XIX, con mayores o menores vacíos cronológicos) y geográficamente (primero los de las parroquias de la ciudad de Sevilla y, a continuación, los de las poblaciones de la diócesis, sin orden predeterminado). Comienza siempre por los índices, si los hubiera, siguiendo los consejos 8, 9, 14, 15, 16, 17, 18 y 19.

8. Los índices de cada letra no están completos: no todas las letras tienen índices para todos los años (existe un vacío cronológico para todas las letras entre 1800 y 1830) ni se conservan necesariamente expedientes de «Sevilla» y «Pueblos» para todos los años. En unos casos, solo los de la capital y, en otros, los de Pueblos, o viceversa. Presta mucha atención a los saltos y vacíos en los índices.

9. Si hay índices de tu letra y año, ¡enhorabuena! ¡No todos tenemos la misma suerte! Ahora sólo tienes que buscar tu expediente y, si aparece, apunta el número que acompaña al inicio del año (es el número del legajo antiguo con el que se elaboraron los índices en el siglo XVIII y que te ayudará a identificar el legajo en el que buscar, en el caso de que haya más de uno para esa letra y año) y el número de orden de tu expediente en el índice (que, junto al anterior, te ayudará a identificar tu expediente ya que ambos números constan en la primera página de cada expediente). Ahorrarás tiempo.

10. Si has encontrado un matrimonio en los índices pero no hay legajos para esa letra y año o en los legajos correspondientes no se ha conservado, prueba con los consejos 12 y 13. Es posible que, con el tiempo, se haya traspapelado y haya terminado fuera de su caja «original».

11. Si estás buscando un expediente de los siglos XIX o XX pero no hay índices de tu letra, revisa los llamados «índices A-Z», una serie de legajos con expedientes de todas las letras, cuyos índices arrancan en los años 40 del siglo XIX y llegan hasta el primer cuarto del siglo XX. Si no encuentras nada, prueba con los consejos 12 y 13.

12. Si estás buscando un expediente anterior al primer tercio del siglo XIX pero no hay índices de tu letra, ármate de paciencia. No tendrás más remedio que buscar legajo a legajo en la letra correspondiente y, si no hay resultados, probar con el consejo siguiente.

13. Si no has encontrado nada buscando en la serie de matrimonios apostólicos, en los índices de ordinarios o en los legajos correspondientes a tu letra y año/s, ármate de más paciencia y consulta los «legajos A-Z», un cajón de sastre de legajos con expedientes de todas las letras con amplias cronologías (desde el siglo XVI hasta el siglo XX) no incluidos en los índices A-Z citados en el consejo 11.

14. Si tu antepasado tenía dos nombres, busca siempre en las dos letras. Y si no aparece ni sabes si tenía dos nombres, prueba en otras letras, como la F (Francisco…), la J (José/Juan…) o la M (Manuel…), que son los nombres más socorridos y los índices más extensos. Esta búsqueda puede servirte para localizar expedientes matrimoniales de posibles hermanos de tu antepasado.

15. No busques los expedientes de tus antepasados en la letra en la que crees que los encontrarás: no busques a los Cristóbal en la letra C, hazlo en la X, de Xtobal; tampoco a los Jerónimo en la J, hazlo en la G, de Gerónimo; y cuidado con los Ginés, que gustan de aparecer con la X, de Xinés, con los Alonso, que lo hacen en la I, de Ildefonso, o con los Zacarías, que aparecen en la S… típico del seseo sevillano.

16. No busques los expedientes de tus antepasados cuyos nombres comienzan por la letra H porque no hay índices de esta letra, búscalos en la E de Ermenegildo, en la I de Ipólito o en la O de Onorato.

17. Si ya has llegado al siglo XVI, busca en los índices tanto por la inicial del nombre de varón como por la letra inicial del nombre de su mujer. Por alguna extraña razón, se archivaron e indexaron así en su momento.

18. Y si no has pasado del siglo XX, o te interesa mucho un expediente del pasado siglo, busca también por la letra inicial del nombre de la contrayente. Por alguna otra extrañísima razón, así constan algunos expedientes en los índices.

19. Algunos expedientes, los menos, se archivaron e indexaron mal en origen, tomando como letra inicial la del nombre de la contrayente, de los padres de uno de ellos o, incluso, el nombre de pila del cura. Si no has encontrado nada siguiendo los consejos anteriores, la consulta de otras letras, por si fuese este tu caso, es una opción. Pero prueba antes con los consejos 21, 22, 23 y 24.

20. Los expedientes apostólicos de Guadalcanal, que pertenecía al Priorato de León de la Orden de Santiago, se conservan en este archivo pero no busques en él los ordinarios, ¿alguien sabe dónde pueden estar?

21. Los expedientes matrimoniales de la Vicaría de Estepa, nullius dioecesis, cuentan con índices propios que incluyen Estepa y los pueblos dependientes de su Vicaría y Marquesado. Si no has encontrado nada siguiendo los consejos anteriores, consúltalos. A estas alturas de la investigación, no pierdes nada.

22. Dentro del Fondo del Bailiato de Lora del Río, además del índice de expedientes apostólicos de Lora del Río, encontrarás un fichero, organizado cronológicamente y con los nombres de los contrayentes, con varios centenares de expedientes matrimoniales y palabras de casamiento. Si no has encontrado nada siguiendo los consejos anteriores, consulta el índice y el fichero. A estas alturas de la investigación, no pierdes nada.

23. Y en el fondo del Compás de San Juan de Acre, apenas cinco calles de la ciudad de Sevilla que, como Lora, Alcolea, Tocina y Robaina, pertenecían a la Orden de San Juan de Jerusalén, también se conservan casi una docena de legajos con expedientes matrimoniales. Si no has encontrado nada siguiendo los consejos anteriores, consulta los legajos que, por fechas, puedan ayudarte. A estas alturas de la investigación, no pierdes nada.

24. Además de este maremágnum de expedientes matrimoniales ordinarios, apostólicos, indexados, no indexados, indexados pero no localizados, de Estepa, de Lora, del Compás de San Juan… te recomiendo que pruebes en la Sección Justicia, si consideramos como «expedientes matrimoniales» a aquellos pleitos por incumplimiento de palabra de casamiento que, terminaron final y felizmente, para regocijo de sus descendientes, en matrimonio. Si no has encontrado nada, consulta siempre este fondo como penúltimo cartucho.

25. Porque existe un último cartucho para localizar documentación relacionada con el matrimonio de tus antepasados: buscar su posible divorcio, una serie conservada dentro de la Sección Justicia.

En resumidas cuentas, si crees que tu antepasado contrajo matrimonio en los antiguos límites de la Archidiócesis de Sevilla y el expediente que buscas no aparece a la primera en los índices de la letra correspondiente, podrías mirar:

1. Expedientes ordinarios: prueba en las cajas de la letra y año o años aproximados; en los índices o legajos de otras letras; o en los índices o legajos de los AZ.
2. Expedientes apostólicos, de Sevilla, pero también de pueblos, por si acaso.
3. Expedientes de la Vicaría de Estepa, de la Bailía de Lora o del Compás de San Juan de Acre, por si acaso.
4. Palabras de casamiento, por si acaso.
5. Divorcios, por si acaso.

Si todo esto te parece muy complejo o no tienes tiempo para ello, solo tienes que escribirnos y lo buscaremos nosotros.